Por Mili Conzi
07 de Agosto de 2014
En esta nota, el testimonio de Mery sobre la audiencia Papal en el Vaticano y todos los detalles de un día inolvidable.
Mery Quaine y Caco Ramallo se casaron el 29 de marzo y se fueron de luna de miel a Europa. Durante su estadía en Roma, vivieron uno de los días más importantes de sus vidas.
Un sueño hecho realidad
En cuanto decidimos que nos íbamos de luna de miel a Europa, y uno de los destinos era Roma, no dudamos ni un segundo en buscar la manera de conseguir entradas para la audiencia Papal del miércoles.
Habíamos escuchado y sabíamos por cuentos de amigos que existía un sector que estaba destinado a los recién casados. Asique empezamos a averiguar cómo hacer, ¡Caco se ocupó de todo! Mandó e-mail a la Santa Sede en Roma, explicando un poco el motivo de nuestro viaje y pidiendo si era posible que nos otorgaran entradas para la Audiencia del miércoles.
A los pocos días recibimos una respuesta, y la misma nos cargó un poco de ansiedad porque nos informaban que teníamos que mandar el e-mail exactamente 2 meses antes de la fecha que estábamos solicitando, asique tuvimos que bajar las ansias ¡y esperar a Febrero!
Llegó Febrero, y Caco sin esperar un día más, mandó el e-mail nuevamente con toda la explicación correspondiente. A los pocos días, nos volvió a llegar un e-mail pero esta vez la respuesta era totalmente diferente, nos aceptaban el pedido y no solo nos daban las entradas sino que para el ¡sector de recién casados! Es imposible poner en palabras lo que sentimos en ese momento, todo empezaba a salir bien ¡y era signo de que iba a ser un día increíble!
Un día con el Papa
La Audiencia fue durante nuestra luna de miel, Roma era el último destino de nuestro viaje, ¡en donde nos quedábamos 6 días! Antes de llegar tuvimos la suerte de recorrer Madrid, Barcelona, Paris, Venecia y Capri.
A Roma llegamos el martes a la tarde por lo que después de algunos imprevistos nos ubicamos en el hotel, comimos algo calentito en un restaurant que nos recomendaron y nos fuimos a dormir porque al día siguiente teníamos que levantarnos a las 6 de la mañana para buscar las entradas.
El miércoles sonó el despertador, y creo que nunca nos costó tan poco despertarnos, la alegría hacía que el cansancio no se notara. Un dato importante, es requisito fundamental que lleven ropa lo más parecida posible a la de novios. Claramente, no iba a llevar mi vestido de novia, que me ocupaba media valija y sumado a ello estaba sucio del casamiento, por lo que me puse un pantalón blanco con una musculosa de guipur blanca y Caco un pantalón azul, camisa blanca y saco.
Después del desayuno, partimos en busca de las entradas. Llegamos mejor de lo esperado a la Embajada, todo caminando, ¡y de ahí al Vaticano! La primer imagen ya fue impactante, no eran ni las 8 de la mañana (la audiencia empezaba a las 10.30 hs.) y la plaza estaba llena de gente, asique con más ganas nos pusimos a averiguar por donde entrar.
Nos ubicamos en nuestros lugares, no podíamos creer lo cerca que íbamos a estar, acompañados de la mayoría de argentinos y entre foto y foto vimos que la gente empezaba a correr y claro estaba: ¡Francisco había llegado! Como siempre, se tomó su tiempo, saludo a cada uno, frenó las veces que fuera necesario y demostró una vez más esa personalidad que lo caracteriza de tanta humildad y entrega.
La Audiencia transcurrió en diversos idiomas, y al finalizar la misma llegó el gran momento. Nos hicieron pasar al "Altar" y formar una fila mirando de frente a la plaza, éramos aproximadamente 10 matrimonios, y Francisco fue pasando por cada uno dando su bendición ¡y escuchando lo que teníamos para decir!
Un momento de paz que no se puede expresar en palabras
En el momento que pasamos y nos pusimos en fila a esperar su llegada, le decía a Caco que me temblaban las piernas ¡más que el día del casamiento! Tenía unos nervios en la panza y Caco igual. ¡No lo podíamos creer! Entre risa y risa llego nuestro momento.
Francisco se paró frente a nosotros y nos saludó cariñosamente, a partir de ese momento no pude borrar la sonrisa de mi cara, tanto que me dolían los cachetes de tanto sonreír. Fue tanto su presencia y la paz que transmitía que todo lo que le quería decir quedó en mí, no pude soltar ni una palabra.
Caco habló más, hizo chistes acerca del mundial, le regalo una camiseta y le contó que estábamos de luna de miel. La verdad que nos dejó hablar a nosotros, aunque poco nos salió de la emoción que teníamos. Nos preguntó de dónde veníamos, como estábamos, charlamos de fútbol, del honor que era tener la posibilidad de estar frente a él y a lo último, pidió con una inmensa humildad que rezáramos por él, eso lo repitió dos veces.
Antes de terminar le pedimos que nos bendijera la manos y los anillos, momento que no me lo voy a olvidar nunca en la vida. En ese momento bendijo todo lo que traíamos cada uno y todas esas cosas que no pudimos decir.
Fue algo que no se puede describir, un momento de paz, alegría y emoción, tanto que cuando terminó no creíamos que fuera verdad, parecía que estábamos soñando.
Al terminar, nos entregaron un Rosario bendecido y tuvimos la suerte de elegir entre varias fotos que nos sacaron fotógrafos ese día.
Un encuentro con el Papá que nos deja mucho
Nosé cómo explicarlo, pero es como empezar con una ventaja extra, con un gran aliento de "se puede", de creer en ese amor para toda la vida, de responsabilidad, de apostar a un futuro juntos.
No dejen de leer sus consejos del amor para toda la vida, es tan cierto y tan aplicable al día a día, porque es en definitiva el día a día lo que nos lleva a perdurar en nuestro matrimonio. No nos olvidemos nunca de pedir perdón, agradecer y animémosnos al compromiso que es muy lindo.
Cómo solicitar entradas para una Audiencia Papal
A las que les interese hacer este trámite, es muy simple: dos meses antes manden un e-mail a la Santa Sede (essed@mrecic.gov.ar) y expliquen los motivos por los cuales quieren asistir a la Audiencia Papal. Si van de luna de miel, ¡no se olviden de ponerlo en su e-mail!
¡Gracias Mery Quaine y Caco Ramallo!
¿Qué te pareció el testimonio de Mery? ¿Te gustaría vivir la misma experiencia con tu marido?
Rubros incluidos: Luna de Miel en Europa en Buenos Aires