El peinado de novia puede cambiar por completo su “total look”. Un peinado acertado potencia muchísimo el vestido de novia, uno elegido al azar puede hacer que la novia no se siente para nada cómoda y uno elegido por lo que dicta la moda puede llegar a convertirte en alguien que no sos, justo el día en que más tenés que serlo.

Items a tener en cuenta!
-Mejorar el corte: siempre hay que arreglar o modificar el corte que trae la novia. Para esto, hay que empezar a trabajar entre 8 y 6 meses antes, el crecimiento del pelo después de un corte lleva su tiempo.

-Trabajar el color: ¡atenti! Mejorar el color fijándose siempre la fecha del casamiento.

-Reflejos: si tiene reflejos también ver qué tipo de estilo buscas para tu boda. Otro de los procesos que lleva tiempo.

-Brillo y textura del cabello: potenciar el brillo y la textura con baños nutritivos, aceites, alisado sin formol, keratina sin formol, todos contribuyen al manejo diario. Incluso, al trabajar con todos estos cuidados, lo preparamos mejor para la luna de miel.

-¡El tocado de novia! Los peinados siempre se pueden complementar con un lindo tocado. De cualquier material, de tela, con pedrería, metálica, con flores de géneros o flores naturales.

-Una vez que tu vestido de novia esté encaminado, empezá a definir tu peinado para llegar al altar con un look completo, armónico y auténtico.
 

El maquillaje no empieza el día del casamiento, sino mucho antes, con el cuidado de tu piel. El día B, tu piel tiene que irradiar frescura, lozanía, naturalidad, suavidad y tersura. Por eso, tus hábitos deben incluir el beber abundantes líquidos, consumir cítricos que depuren tu sangre y te ayuden a eliminar toxinas de tu cuerpo, y por lo tanto, te limpien la apariencia de tu piel.

Los filtros solares tienen que estar contenidos en todos tus productos de belleza, ¡tanto en invierno como en verano!

Productos de maquillaje: texturas ultraligeras con fórmulas inteligentes, capaces de corregir imperfecciones sin dejar un acabado pesado y poco natural. No deben contener filtros solares, ya que son incompatibles con el flash de las fotografías. A la vez, deben resistir al sudor, las lágrimas, los abrazos efusivos, el paso de las horas, la humedad y la temperatura del ambiente.

El día de tu boda no es el momento de estar explorando o innovando con colores o técnicas a las que tu rostro no está acostumbrado y tampoco la gente que te conoce.

Correctores y bases: utilizá las de pigmentos amarillos para evitar que los flashes de las cámaras fotográficas despierten los tonos rosados de tu piel.
 

Tanto el vestido de novia, el ramo, el tocado y los accesorios, tienen que entrar en un todo armónico e integral. El ramo, tocado y accesorios “hacen” a la novia, por eso tienen que entrar en íntima relación entre sí y decir algo en común.

-Ramo y Rosario. Para los casamientos católicos, mientras en su momento había una tajante división con respecto al ramo y al rosario (era ramo “o” rosario), hoy ya esa barrea empieza a desaparecer. El “o” se supo reemplazar por un “y”. Sí, hoy en día se usa llevar ambos elementos.

-Tocados. Con flores naturales o de género, plumas, pedrería, metálica, cristales o mostacillas, materiales de todo tipo que nos permiten lograr y acabar el look de la novia con personalidad, estilo y elegancia. Por arriba o debajo de un rodete, al costado del pelo semi-recogido o el pelo suelto, hay muchas maneras de llevar un tocado de novia.

-Accesorios. Cristales piedra o perlas, encajes y puntillas, flores de perlas o pétalos de nácar. En colores pasteles, dorados, plateados, blancos, nude o marfil. Encaje bordado con piedras para un look más vintage o perlas y encaje para un look más romántico.