Por María M. Álvarez
12 de Diciembre de 2016
Hasta el adulto más adulto se rinde ante la tentación de un Candy Bar… es que tanta golosina junta y bien presentada… ¡imposible no caer!. Y para los novios, es un plus divertido, ayuda a la ambientación del evento y es una sorpresa muy rica para los invitados.
Ahora bien ¿cómo sumamos un Candy Bar a un casamiento de día?... Para responder esta pregunta, recurrimos a expertos: Free Candy, una empresa que se dedica a armar kioscos para eventos. Y, como la idea es sorprender a los invitados, todo se prepara tras bambalinas.
Una vez acomodadas las riquísimas golosinas en frascos de diferentes formas y colores, salen a escena en un carrito muy pintoresco. Y ahí es cuando sin duda, se llevan todas las miradas! Por eso, es muy importante saber en qué momento y lugar debe hacer su aparición:
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Tiene que ubicarse en un espacio amplio, que permita la cómoda circulación de quienes se acercan y para que las kiosqueras puedan atender y reponer.
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En cuanto al timing, hay tres momentos en los que es recomendable que aparezca: como complemento de la mesa dulce; en alguna tanda de baile; a la salida del casamiento, como souvenir. Para esta última opción, se pueden armar bolsitas personalizadas (por ejemplo con la fecha y nombre de los novios) y llenarlas de golosinas to go.
No todos los novios son iguales, por eso, hay diferentes propuestas de Candy Bar. En el caso de Free Candy, se puede elegir entre estas opciones: classic, compuesto por las golosinas que son un must, las que a todos nos gustan; premium, con productos más exclusivos, esos de “free shop”; vintage, una opción para los más nostálgicos, con esas golosinas de todos los tiempos; y por último, uno bien trendy: el kiosco saludable, para parejas muy fit!.
Ustedes, ¿qué candy bar pondrían en su casamiento? ¿se les ocurre alguna variedad distinta?
Gracias Free Candy por participar en esta nota tan dulce!!
Rubros incluidos: Mesas Dulces y Cosas Ricas en Buenos Aires, Food Truck en Buenos Aires